Refuerzo estructural: solución para patologías estructurales de los edificios

Las patologías estructurales de los edificios son problemas graves que ponen en riesgo, no solo la integridad del mismo, sino la vida de quienes habitan en su interior; de ahí que sea necesario acometer remedios y sus soluciones sean más necesarias que nunca.

En BOID 24 somos especialistas en este tipo de intervenciones. De ahí que estemos capacitados, no sólo a realizar este tipo de intervención, sino a aplicar soluciones diferentes atendiendo a las necesidades de cada caso.

Para que sepas cómo trabajamos las distintas patologías estructurales y las distintas soluciones que aplicamos en cada caso hemos redactado este artículo.

 

¿Qué son las patologías estructurales?

Hay ocasiones en las que los edificios presentan problemas graves de construcción. Estos contratiempos, los denominamos patologías estructurales aunque popularmente se conocen con la expresión “edificio enfermo”.

Sus causas son de diferente naturaleza y gravedad; pero siempre requieren una intervención especializada que corrija las alteraciones aparecidas. Algunas de ellas son leves como pequeños desprendimientos en la fachada o en elementos ornamentales. Suelen estar provocadas por la lluvia, las fuertes nevadas, el viento… Es decir, tienen un factor meteorológico. En estos casos, los daños no suelen afectar a la estructura del edificio, aunque requieren intervención experta ya que conllevan la aparición de grietas, fisuras, desprendimientos, mal de la piedra, etc.

En este artículo nos vamos a centrar, sin embargo, en las patologías estructurales graves. Es decir, aquellas que requieren una intervención en el fundamento del edificio. Pues es a esta parte del mismo al que afectan.

carcoma-Patologías estructurales de los edificios

Tipos de patologías estructurales graves de los edificios

 

Las patologías estructurales graves de un edificio son aquellas que afectan a las vigas y forjados del mismo. Estas pueden estar provocadas por problemas como los siguientes:

  1. Problemas en el hormigón con problemas de aluminosis. En este caso, el hormigón que se ha empleado para las vigas del edificio va perdiendo propiedades, por lo que hay riesgo de hundimiento. Es habitual en edificios que se construyeron entre los años 1959 y 1970 dada la baja calidad de los materiales que se emplearon en ese momento. Y la dejadez de las autoridades en el control de los mismos.
  2.  Problemas en las viguetas de hormigón que tienen problemas de carbonatación. Este caso aparece cuando el dióxido de carbono de la atmósfera entra en el hormigón a través de los poros que tiene y, junto con alguna molécula de agua genera una reacción química que causa la carbonatación de los hidróxidos. Esto hace que el hormigón pierda su protección frente a la corrosión. Y que, con el paso del tiempo, la corrosión dañe el hormigón y merme la capacidad de los elementos estructurales que se encuentren afectados.
  3. Daños producidos por termitas y carcoma. Aparece en vigas de madera y suele provocar problemas que son visibles porque la viga se comba. Lo que supone que pierde su capacidad para acometer su trabajo.
  4. Problemas en las viguetas de hormigón donde hay oxidación de la armadura. Suele aparecer cuando en los techos o cubiertas hay problemas de permeabilización. En estos casos, la armadura del edificio se oxida y, como consecuencia, aumenta de volumen. Lo que acaba por romper la “zapatilla” de la vigueta.

 

En todos los casos es necesaria una intervención urgente y contundente. Trabajos que solucionen los daños y protejan a las personas que residen en su interior.

 

Soluciones para problemas de los edificios

Hay muchas y diferentes soluciones para las distintas patologías que puedan presentar los edificios. Las más corrientes son las siguientes:

  1. Para problemas de aluminosis, lo mejor es realizar una sustitución funcional de las antiguas viguetas. Se deja a un lado, por tanto, el antiguo forjado y se pone uno nuevo.
  2. Para problemas de carbonatación se emplea un sistema de refuerzo de acero galvanizado que sustituye a las viguetas afectadas, consiguiendo su rehabilitación de manera rápida y sencilla.
  3. Para daños derivados de termitas y carcoma, se realiza un sistema de refuerzo preflechado.
  4. Cuando encontramos problemas de oxidación la mejor solución es la instalación de un sistema de forjado de acero galvanizado de rápida instalación y casi sin obra. Da igual la altura que tenga el edificio, se adaptan sin problemas.

 

Así pues, si tu edificio presenta algún problema de este tipo –o consideras que pudiera tenerlo- no lo dudes y ponte en contacto con Boid 24. Y es que estas patologías estructurales de los edificios son más frecuentes de lo que pensamos. Y requieren soluciones rápidas y duraderas. Trabajos como los que realizamos en nuestra empresa desde hace muchas décadas.

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